Mensaje desde la prisión anarquista Martin Ignačák
Estimados amigos/as, compañeros y compañeras, hoy hace ya un año desde el allanamiento, el robo y los secuestros posteriores, que la policía realizó bajo el nombre de Fénix. No sé cuánta ingenuidad deben sufrir aquellos que suprimen la libertad de expresión y pisotean a una vida digna. A pesar de los grandes esfuerzos de las fuerzas de represión para desintegrar y desacreditar el movimiento anarquista, fracasaron e incluso ni después de un año no han logrado callar ni a vosotros ni a mí. En cada ser humano hay fuerza y valor. Es de apoyo mutuo y de solidaridad. A ella, el estado policial jamás la sujetará, silenciará ni romperá. Hasta el último día y la última hora miraré directamente a los ojos de aquellos que nos roban nuestra vida libre, que no cierran detrás de las rejas pensando que eso nos silenciará para siempre. Nos espían, amenazan a nuestros/as amigos/as y familiares, están responsables por unas muertes... Y todo eso con una placa en la mano, que se los permite. Cada día, cada minuto paso pensando en vosotros/as, amigos y amigas. ¡Hasta el final estaréis en mi corazón, para el cual no existe ninguna celda! ¡Pensamientos y sueños no encadenan! Estoy siempre con vosotros/as tal como vosotros/as conmigo. ¡Hasta el final y hasta siempre! ¡Resistencia está viva! ¡La lucha continúa!